Empecé a estudiar otro idioma…, me apasionan y tengo facilidad.
Estudié inglés en mi adolescencia, luego portugués a mis 55, y ahora a mis 71 estoy incursionando con el italiano.
Hacer una compensación entre mis pérdidas y ganancias, me permitió comenzar a soltar pesares que me ocupaban mucho espacio, y darle lugar a lo que estaba por venir.
Comencé a participar de Talleres de Historia, de arte. Aprendí a buscar una nueva mirada, a prestar atención al lenguaje que uso (en lo que digo y en lo que no digo)
Aquí, me voy a detener para resaltar que el lenguaje nos identifica, ya que lo que digo tendrá que ver con mí accionar.
El lenguaje es la manera más eficaz de transmitir sensaciones. La palabra cambia el mundo, que cada palabra destruye o edifica, es nuestra responsabilidad.
Hoy observo las situaciones que me rodean intentando no juzgar.
En mi plan de seguir creciendo, participé de seminarios que disertaban con gran respeto acerca de la vejez. Aprendiendo un equilibrio entre mis deseos y mis límites, entre el todo o nada, combatir los prejuicios míos y ajenos.
Cómo indica mi GPS “recalculando”.
Redescubrí…..
Continuará….
