“Tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro”
Tantas veces escuché y leí esta frase y en esta cuarentena, le preste atención…
Tengo una hija maravillosa, única, contenedora, emprendedora, excelente mamá, mejor profesional, apasionada, independiente, sin lugar a dudas mi increíble obra!!!
Cambié plantar un árbol por semillas. Lo imprimo mi estilo a la frase!!
Así armé una huerta en mi balcón que está creciendoooo.
La observo con todo mi amor cada día, la riego, y ella me está devolviendo brotes, hojas, y una belleza que no imaginaba poder tener en ese espacio tan querido y disfrutado por mí: el balcón. Estoy fascinada!!
A lo largo de mi vida, estuve rodeada de papeles, agendas, reuniones, obligaciones; nada relacionado con la naturaleza ni el arte.
Para mí, hoy ver crecer mi huerta, hecha por mis propias manos, es Arte.
Así que ahora voy por : escribir un libro, comienzo escribiendo algunas líneas como están leyendo ahora….
Estamos transitando una etapa de pandemia-cuarentena inesperada y paralizante, de gran incertidumbre, sorpresiva y desconocida. Este tiempo de aislamiento, significo una oportunidad de encuentro conmigo y un descubrimiento de que quiero estar” en la vida.
Cuándo me jubilé, tuve mucho temor a lo que vendría:
¿Inactividad?
¿Muchas horas en casa?
¿Qué hacer con mi tiempo libre?
Todo era ¿¿?? Preguntas… preguntas…
Desconocía que había un mundo de opciones, y que solo había dejado de tener un trabajo contractual.
Sumar canas, arrugas y cumplir años es , desde hace un tiempo , un motivo de alegría por la vida vivida. ya no miento más, digo con orgullo tengo 71.
Como es posible que me entristeciera cumplir años. Si cada año es una medalla ganada, una oportunidad para atesorar recuerdos, una demostración de las distintas etapas vividas, de superación.
Lo mejor estaba por venir…
Se abría un mundo nuevo dispuesto a ser conquistado, impensados caminos para recorrer, así decidí iniciar el camino…. Continuará…