Estamos transitando una etapa de pandemia-cuarentena inesperada y paralizante, de gran incertidumbre, sorpresiva y desconocida.
Este tiempo de aislamiento, significó una oportunidad de encuentro conmigo y un descubrimiento de que quiero “estar” en la vida.
Quiero vivir mi adultez al por mayor!
Como adulta mayor, abuela pensante que soy, me considero una privilegiada por tener factores protectores que me han permitido superar “pandemias cotidianas”.
Reconozco que he sido flexible en mi vida, y me doy la posibilidad de continuar transformándome frente a la adversidad.
Lao-Tse dice “Lo blando y flexible sobrevivirá”.
La idea de escribir me surgió porque quiero dejar un legado, destacar que todo depende de la actitud que tomemos frente a las vicisitudes que nos tiene preparadas nuestra vida.
Me siento abierta al cambio, apasionada, animada, optimista, segura, ilusionada, y sobre todo agradecida.
En mi creencia estaba el estereotipo de que el adulto mayor dependía irremediablemente de otros, de que ya era tarde para pensar en algún proyecto… que nuestra palabra no era tenida en cuenta, esa era la etiqueta que tenia de la clase pasiva.
Descubrí que lo que yo sentía se conoce como edadismo, culto a la juventud, y que son pensamientos tóxicos con respecto al envejecimiento.
Lo aprendí en esta cuarentena, entre tantas otras cosas, que quiero contar…
…. por dónde empezar?
Lo voy a iniciar desde mi Aquí y Ahora
Continuará…